¿Qué es el Humus de Lombriz?

El humus de lombriz son las excreciones de, en este caso la lombriz. Sin embargo, no todos los tipos de este animal son usados para el cultivo de plantas. Las más utilizadas son las lombrices rojas californianas o “Eisenia foetida”.

Esta especie hermafrodita necesita a otros miembros de su especie para poder aparearse y procrear. Además tiene cinco corazones y hasta seis pares de riñones, y no transmite ningún tipo de enfermedades.

Hoy se conocen aproximadamente 8.000 variedades de lombrices, pero solo 3.500 de ellas han sido estudiadas y clasificadas.

De estas 3.500 variedades, unas pocas han sido domesticadas y adaptadas para realizar en criaderos, la función que en forma natural realizan en la tierra, trabajando en forma intensiva y generando un valioso producto, que es el HUMUS DE LOMBRIZ. De las especies domesticadas, sin duda la que ha dado mejor resultado es la EISENIA FOÉTIDA, variedad que encontramos en los principales criaderos de lombrices de Europa, Estados Unidos y Japón, que son países donde mayormente se han desarrollado esta actividad. En España, este anélido ha demostrado ser capaz de desarrollarse en excelentes condiciones, considerando las variaciones climáticas y de altitud que se presentan El humus de lombriz es apreciado por su poder para dar vida a los suelos. Su pH es neutro, es rico en ácidos húmicos y fúlvicos por lo que retiene en gran medida agua y nutrientes. Por ello el humus de lombriz funciona perfectamente como fertilizante natural para las plantas en sus diferentes aplicaciones. Para producir el humus de lombriz tenemos que pasar la materia orgánica – estiércol o compost- por el tracto intestinal de estos animales con el fin de aporta microorganismos y fermentos.
Historia del humus de lombriz

En el año 1775, Sir Gilbert White conoció a través de sus estudios la extraordinaria importancia de la lombriz, y escribió el primer libro sobre el tema » La lombriz promotora de la vegetación». 

Pero lo más importante de este libro fue que casualmente a la edad de ocho años Charles Darwin (1809 – 1882) lo leyó, y le produjo tal motivación que lo llevo a estudiar e investigar las lombrices hasta el día en que falleció. A Charles Darwin se lo conoce comúnmente por la «Teoría de las especies y su evolución» , desconociéndose el hecho que escribió el libro «La Producción de Tierra Vegetal por Medio de las Lombrices», donde plasmó sus estudios e investigaciones, después de más de cien años de su muerte sigue teniendo vigencia y es considerado la Biblia de los lombricultores Pocos años después, en 1900 el Dr. George Sheffield continúa los estudios de Darwin en su libro» Nuestra Amiga La Lombriz», donde demuestra la mayor productividad del huerto gracias a la presencia de lombrices en el suelo. La necesidad de poder administrar este espléndido recurso que es la lombriz, llevó a Thomas Barret en 1930 a iniciar un proceso de domesticación que luego de 16 años de trabajo le permitió criarla en cautiverio y en densidades aceptables.

Ya hace más de tres mil año Antes de Cristo la civilización de los Sumerios, conocidos por sus adelantos agrícolas y de ser uno de los primeros pueblos en dejar de ser nómades, y que le dieron importancia a las lombrices. Establecían la calidad de los suelos de cultivo sobre la base de la densidad de lombrices que encontraban al excavar un hueco en la tierra. Ya en el antiguo Egipto se consideraba a la lombriz como animal enormemente valioso. Ello llegaba al extremo, que se tenían previstos castigos muy rigurosos, incluso la pena de muerte para quien intentare exportar fuera del reino una sola lombriz. Uno de los acontecimientos anuales que se producía en el antiguo Egipto era el desbordamiento de las aguas del río Nilo, las que al retirarse dejaban sobre el suelo una capa de limo, el cual bajo el trabajo de una variedad muy activa de lombrices, era humificado y lograba que el nivel de fertilidad de esas tierras fuera realmente excepcional. Este pueblo valoró la actividad que realizaban las lombrices, a tal punto que se la diosifico, castigando por lo tanto a los que no la cuidaran.

En la antigua Grecia entre los años 384 – 322 A:C:., Aristóteles en su obra «Historia Animalium», no solo trató la primera clasificación de estos seres vivos sino que enunció a través del método inductivo que estos seres eran los intestinos de la tierra y que contribuían a su productividad.

Carlos Linneo (1700 – 1778 también se preocupó de las lombrices al escribir «Lumbricus Terrestris» . Su mérito radica en precisar el concepto de especie y en establecer las bases de toda la clasificación del mundo viviente válida hasta nuestros días.

En los tiempos más recientes el hermano del ex-presidente Jimmy Carter, el señor Hugg Carter, personaje simpático y un poco excéntrico, estableció su primer criadero… en un ataúd. Se ha registrado en estos días, la fortuna del Sr. Carter en varios millones de dólares a partir de aquel pequeño ataúd reconvertido en criadero, y suministra solamente en las tiendas de pesca y caza, másde 15 millones de lombrices anuales, aparte de atender las solicitudes del sector agrícola del Estado de California y del resto de los estados de la Unión Americana.
El gobierno de los Estados Unidos ha establecido ayudas y subvenciones especiales para aquellas personas que deseen iniciar esta nueva actividad.

También favorece el gobierno italiano a sus lombricultores, reconociendo el valor que esta actividad representa para el desarrollo de la agricultura y el ecosistema.

Beneficios del humus de lombriz

Ayuda a que las plantas retengan el agua y los nutrientes con gran facilidad, por lo que se propicia su sano crecimiento.

Además, el humus de lombriz reduce la erosión del suelo y mejora su manejo a la vez que lo enriquece con sustancias orgánicas y minerales esenciales. Por otra parte, ayuda en la conservación e incremento del contenido orgánico propio de los suelos. Por último, el humus de lombriz favorece la formación de micorrizas y aumenta tanto la flora microbiana beneficiosa como la resistencia de las plantas frente a las plagas y/o enfermedades.

  • Frutales de hueso y pepita deberán contener una proporción entre 3 y 6 kg de humus de lombriz en caso de las plantas maduras. Si es una nueva plantación, las dosis irán entre 1 y 2 kg.
  • Para los céspedes o praderas, las cantidades van entre los 3 y 5 kg cada metro cuadrado. Para mantener su buen estado, se deberá echar entre 200 y 400 gramos al año y se deberán repartir en dos veces.
  • Para las hortícolas, se necesita echar 1 kg de humus de lombriz por cada metro cuadrado aproximadamente ya que las cantidades varían según las variedades de hortícolas. Si estas plantas se encuentran en hileras, será un kilo por cada metro lineal. Dentro de esta variedad, es aconsejable colocar una cierta cantidad de humus de lombriz alrededor del cepellón durante la plantación.
  • Para las flores y ornamentales como son los claveles o geranios, entre otros, las cantidades son entre los 400 y 500 gramos por metro cuadrado.
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